jueves, 24 de febrero de 2011

¿Transmilenio por la Carrera Séptima?

El POT de Bogotá –Decreto 190 de 2004-, entra a consolidar mediante un solo instrumento, un modelo integral de desarrollo en el que se establecen las líneas base y los mecanismos esenciales para lograr un aprovechamiento territorial equilibrado, equitativo y eficiente.

El modelo del Plan propone un área urbana continua, compacta y densa, ordenada por una estructura compuesta por piezas urbanas y sistemas generales jerarquizados desde la escala metropolitana a la escala local. “Los sistemas generales son la base integradora del Modelo de Ordenamiento Territorial y están conformados por el Sistema Vial y de Transporte, el Sistema de Acueducto, el de Saneamiento Básico, el Sistema de Equipamientos y el Sistema de Espacio Público Construido”. De ésta forma, se contempla la reestructuración del sistema vial en la ciudad, con la puesta en marcha del Sistema de Transporte Masivo Transmilenio y la construcción de una red metropolitana de ciclorrutas.

Partiendo de las directrices del POT, la operación del proyecto Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), así como la consolidación de la Fase III de Transmilenio –que trae consigo la ligera construcción de Transmilenio por la Carrera Séptima-, son concebidas, más que como intervenciones en la movilidad, como una oportunidad para implantar una visión de transformación urbana a gran escala, que contempla aspectos sociales, económicos y urbanísticos. La implantación de estos sistemas, se constituye en un escenario de articulación de acciones, actores y proyectos que componen una iniciativa estructural para la ciudad.

El proceso decisional que condujo a la administración distrital a implementar Transmilenio por el corredor de la Carrera Séptima, ha estado inmerso en una serie de discusiones y debates en el medio político y de opinión pública, dado su significado urbanístico, histórico y social.


Varios inconvenientes técnicos y de contratación tuvieron que ser valorados por numerosos estudios, que finalmente resolvieron diseñar un sistema ligero que pudiera relacionarse con el entorno, las necesidades, la oferta y el espacio que proporciona la Carrera Séptima. Del planteamiento hecho en el año 2006, en donde se pensaba una troncal entre la calle 34 y la calle 170, se pasó a finales del 2009, a un diseño más versátil que iría desde la calle 34 hasta la calle 72. A este último proyecto, que minimiza la inversión inicial, la afectación de predios y los tiempos de ejecución de obra, se le denominó Transmilenio Online.


Como consecuencia, se propuso iniciar la construcción de las obras para la adecuación del corredor urbano, que consta de un carril exclusivo –carril izquierdo- sin sobrepasos en ambos sentidos, en siete estaciones: Calle 36, Calle 42, Calle 46, Calle 53, Calle 60, Calle 67 y Calle 72, manteniendo a partir de la Calle 72 hasta la Calle 100 la operación sobre un carril derecho de uso preferencial.


El objetivo principal del trazado de Transmilenio Online es el de fortalecer y organizar a lo largo del corredor la infraestructura de transporte con el fin de conformar nuevos nodos de desarrollo y fortalecer las actuales centralidades, generando valor y una mejor calidad de vida urbana. En general, el servicio de transporte beneficiara a unos 292.000 pasajeros día. A lo que intenta responder ésta infraestructura es al estímulo de atracción de población, servicios y edificaciones en el área de influencia de las estaciones, con el fin último de obtener un mayor aprovechamiento del suelo urbano, logrando una mayor densidad y eficiencia en los desplazamientos.


En un trasfondo, se busca por medio del posicionamiento de las estaciones de Transmilenio, promover un desarrollo inmobiliario que respalde la configuración de la movilidad y que proporcione a la ciudadanía mayores comodidades a la hora de usar y priorizar el transporte público. La productividad, eficiencia e imagen de la Carrera Séptima dependen de la decisión que se genere entre el Distrito y la Nación.


Pese a que diferentes actores se han opuesto a la implementación de este sistema, dentro de los cuales se encuentra el mismo gobierno nacional, no cabe duda que Transmilenio ha favorecido el modelo de ordenamiento de la ciudad, conectando a base de vías troncales el centro histórico con la periferia de la ciudad. Dentro de dicho esquema de crecimiento, el sistema Transmilenio, como uno de los logros más importantes de la ciudad de la última década, ha generado un proceso de reversión de la crisis urbana de los años 80’s, con una nueva base de relación entre la empresa privada, la ciudadanía y el estado.


Mateo Ramirez Molina

Febrero 24 de 2011



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