Un requerimiento básico para asegurar la calidad de la prestación del sistema de movilidad es el modelo de integración; integración física, integración de imagen, integración de operaciones e integración tarifaria.
En las últimas décadas, América Latina ha sido el centro de cambios e innovaciones en el transporte público. Las diferentes experiencias muestran que la movilidad organizada e integrada, aumenta notoriamente la velocidad y la capacidad de los modos de transporte. Así mismo, el trabajo del sector privado y la regulación de las instituciones públicas forman parte de una planificación acertada del transporte.
El Plan de Desarrollo Bogotá Positiva, propuesto por el mandato vigente, tendría dentro de sus principales metas –según el artículo 34 del mismo-, la implantación y optimización del Sistema Integrado de Transporte para la ciudad, cristalizando los esfuerzos y estudios hechos durante varias décadas por distintas administraciones, con el fin de mejorar y organizar el sistema de transporte en la ciudad.
El SITP para Bogotá, previsto y ordenado en el Plan Maestro de Movilidad -Decreto Distrital 319 de 2006-, y adoptado mediante el Decreto 309 de 2009, en donde se establece la integración operativa del transporte público masivo, colectivo e individual de la ciudad a través de la implementación de intercambiadores modales y el uso de diferentes modos de transporte, permitirá la transferencia y eficiente conectividad así como el cambio en la cultura de la movilización de los usuarios.
Según el Decreto 309 de 2009, hacia el año 2012, Bogotá quedará dividida en 13 zonas – 12 de las cuales fueron adjudicadas el pasado 02 de Noviembre- y cada una de ellas será manejada por una empresa operadora de transporte durante 24 años. Según cálculos técnicos, cada zona será servida por 1.000 buses, lo que significa que habrá que sacar de circulación 3.000 de los 16.000 que circulan por la ciudad.
El Decreto 309 de 2009, propone una gradualidad de desarrollo para la implementación del proyecto representada en 4 Fases.
La primera Fase –actual-, será la preparación para la implementación del Sistema, iniciando los procesos de selección de los operadores zonales y del SIRCI (Sistema Integrado de Recaudo, Control, Información y Servicio al Usuario). La segunda Fase, contará con la adjudicación de las licitaciones, y el diseño de la integración física, operativa, virtual y tarifaria del transporte público. Una tercera Fase implantará gradualmente la operación del SITP, en donde las zonas adjudicadas se articularán con el Sistema Transmilenio, y el sistema integrado de pago comenzará a ser efectivo. Y una última Fase, en donde se integrarán los modos férreos y demás modos de transporte concebidos desde el 2006 por el Plan Maestro de Movilidad.
“Habrá 2.800 buses nuevos, 1.500 buses rojos de Transmilenio y quedarán 8.000 de la flota actual, que tengan menos de 10 años de uso. De los 17.359 vehículos que hay actualmente, unos 5.000 serán chatarrizados. La flota se va a ir reponiendo en la medida en que cumpla su vida útil; entonces, a partir del 2013 vamos a ver reposiciones permanentes”[1]. En 10 años, toda la flota se habrá repuesto.
En junio de 2011 Bogotá empezará a vivir su más importante transformación en materia de movilidad: la implementación del Sistema Integrado de Transporte. Además de los carriles exclusivos, la implantación del SITP requerirá de medidas que minimicen la vulnerabilidad e inestabilidad que hasta hoy ha ido interviniendo en Transmilenio. La reubicación y segregación de paraderos y estaciones, el sobrecupo, la construcción y reconstrucción de la malla vial, la manipulación que las protestas hacen al Sistema... Las alianzas público privadas serán trascendentales en la proyección urbana de la ciudad. Tal como se ha venido trazando el futuro del desarrollo de la movilidad en la ciudad, se empiezan a generar múltiples expectativas acerca del mejoramiento de la calidad de vida y del entorno físico en Bogotá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario