miércoles, 23 de febrero de 2011

Los Ángeles desde mi ventana

Los ángeles desde mi ventana resultan hábiles y divertidos, desde el puente saltan sobre los carros, en su sonrisa caen los desprevenidos, son almas que aman la sabiduría y regocijan las calles con experticia.

El sitio preferido de un ángel, es aquel donde abunda la gente. Las estaciones del metro, aquellas plazas en donde la muchedumbre reposa sentada en cualquier andén, las vías principales, los pequeños parques y los eventos de paso, los edificios, aquellos rodeados de ventanas en donde se observa entre las cortinas la vida sedentaria y pervertida de los vecinos.

La vida de un ángel es como cualquiera. Despierta con la boca abierta de un trance solitario, se levanta al baño a orinar, recoge un jugo del refrigerador, se desnuda, se mira en el espejo, toma un descanso sentado de nuevo en su cama, repasa su ropero, elige la prenda con la que cada tres días se viste, se la coloca sin bañarse, demasiado frío para hacerlo, lava sus dientes, brota agua por su pelo, recoge las llaves y sale de nuevo al río de personas que han hecho lo mismo que él.

Cada persona tiene un ángel, cada ángel tiene un dueño, pero no todos saben de los ángeles, ni siquiera les importa leer un diccionario. Aquella persona que cree en los ángeles, o en la vida más allá de la rutina, sabrá que cada día junto a su ángel, emprende un camino y un sueño. Las personas que tienen y viven los sueños, son las que diferencian el camino del caminar. El camino, lo pueden recorrer con los recuerdos desde su cama. El caminar, ni siquiera necesita de su mente. Lo hacen siempre, como todos, con todos, mecánicamente, en lugares que cualquiera puede caminar.

Los libros espirituales y bíblicos, se refieren a los ángeles como enviados de Dios, sin embargo, aunque fui criado en una familia católica cristiana, no creo en la capacidad de las religiones como fortalecedoras de la vida humana, ni mucho menos en que aquel espíritu impredecible pueda ser producto de un solo ser, de un solo Dios. Para mí los ángeles son invenciones pragmáticas del ser humano que resultan omnipotentes y poderosas dada la fortaleza mental de cada quien.

El alma, aquellos que dicen que cada quien tiene una, puede ser la misma desembocadura de los ángeles. Aquella alma que siempre nos acompaña, que se va del cuerpo cuando morimos y que de noche descansa sentada a nuestro lado.


Mateo Ramirez Molina

2 comentarios:

  1. Muy bien Mateo, no sabía que escribías.. Por fin alguien, muy bueno y ten lo por seguro que te leeré muy seguido....

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  2. Y mientras yo me pierdo en medio del caos de la movilidad, tú encuentras un ángel que se alegra cada mañana por acompañarte, por ver tu sonrisa y por saltar los charcos a tu lado. Cómo encontrar uno que no se asuste en medio de mi soledad?

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