jueves, 12 de septiembre de 2013

Tiffany & co abrirá sus puertas en Bogotá

Para que las empresas sean competitivas no basta con que tengan buenos productos o servicios. El éxito de cualquier marca depende de múltiples factores. Día a día empresas como Zara, Starbucks, Adidas o Mc Donald’s crean estrategias para la localización de nuevas tiendas, el manejo sistematizado de consumidores, la difusión de publicidad, pero sobretodo, para asegurar un posicionamiento local e internacional.

Cuando viajamos como turistas, muchos de los recuerdos que nos quedan de las ciudades son sus grandes avenidas y centros de comercio. Es común escuchar acerca del alto impacto visual que generan corredores como la Quinta Avenida en Nueva York,  Causeway Bay en Hong Kong o los Campos Eliseos en París. Este impacto se debe al efecto que causa en nosotros encontrar en un único espacio los nombres, logos y colores que durante años hemos visto en los medios. Surge entonces un impulso por entrar a cada almacén y conocer eso que nos han venido ofreciendo desde siempre. Productos a veces inalcanzables para muchos, pero que se han ido convirtiendo en parte de nuestros ideales.

Marcas como Chanel, Dior o Prada son referentes mundiales en moda  e innovación y, con seguridad, las ciudades más grandes del mundo tienen ya una sucursal de estas marcas en sus más importantes centros comerciales. Cuando las empresas que tienen el poder de la exclusividad tratan de aprovecharlo, casi siempre se unen a otras marcas en localizaciones estratégicas para conformar grandes nodos donde miles de usuarios confluyen e invierten enormes cantidades dinero.

En Bogotá, el Centro Comercial Andino ha sido uno de estos nodos comerciales en los últimos 30 años, en donde se han dado cita las marcas más exclusivas del mercado local e internacional. En este Centro convergen tendencias que, sumadas a las dinámicas de la Zona T, hacen de este punto uno de los referentes turísticos más reconocidos de Colombia.

No en vano a esta trayectoria, la empresa estadounidense Tiffany & co, una de las más prestigiosas joyerías del mundo, fundada en 1873, abrirá sus puertas en el mes de Noviembre en el Centro Comercial Andino, comprobando una vez más el interés de las grandes casas por ubicarse en la ciudad y fortalecer lazos comerciales con los empresarios colombianos.


De igual forma, las marcas Façonnable, Dolce & Gabana, Burberry y la reconocida tienda de café Starbucks tendrán un espacio en la ciudad durante el 2013, planeando grandes inversiones en infraestructura y en su posicionamiento en el mercado nacional.

Pese a esto, muchas críticas se escuchan sobre la llegada de estas marcas al país. La caída en el consumo de los productos nacionales y los costos elevados que proponen algunas de estas empresas son algunas de las causas de estos malestares. No obstante, hay quienes afirman que la apertura de estos nuevos mercados es positiva siempre y cuando no entre a afectar el mercado ya existente.  

Lo que es cierto y de lo cual debemos tener certeza es que la economía mundial no toma en cuenta la particularidad de cada caso y, seguramente, ni a Starbucks ni a Tiffany & co les importará el paro de los cafeteros ni el valor de las esmeraldas en Colombia. Su visión hace parte de una economía global y abierta.

De cualquier forma, nuestro país también tiene qué mostrar y seguramente nuestros empresarios siempre han soñado en permear los mercados internacionales. Sin cerrarnos a las marcas que aquí llegan ni haciéndole mala fama a lo extranjero, podemos ocuparnos tranquilamente de consumir lo que producimos y apoyar a nuestros empresarios. Con esto, crearemos algún tipo de equilibro. ¿No es equilibrio lo que todo el mundo quiere?


Mateo Ramirez Molina
Septiembre 12 de 2013
* Foto tomada de www.brilianti.com