Para que las empresas sean competitivas no basta con que
tengan buenos productos o servicios. El éxito de cualquier marca depende de múltiples
factores. Día a día empresas como Zara, Starbucks, Adidas o Mc Donald’s crean estrategias
para la localización de nuevas tiendas, el manejo sistematizado de consumidores,
la difusión de publicidad, pero sobretodo, para asegurar un posicionamiento
local e internacional.
Cuando viajamos como turistas, muchos de los recuerdos que
nos quedan de las ciudades son sus grandes avenidas y centros de comercio. Es
común escuchar acerca del alto impacto visual que generan corredores como la
Quinta Avenida en Nueva York, Causeway
Bay en Hong Kong o los Campos Eliseos en París. Este impacto se debe al efecto
que causa en nosotros encontrar en un único espacio los nombres, logos y
colores que durante años hemos visto en los medios. Surge entonces un impulso
por entrar a cada almacén y conocer eso que nos han venido ofreciendo desde
siempre. Productos a veces inalcanzables para muchos, pero que se han ido
convirtiendo en parte de nuestros ideales.
Marcas como Chanel, Dior o Prada son referentes mundiales en
moda e innovación y, con seguridad, las
ciudades más grandes del mundo tienen ya una sucursal de estas marcas en sus
más importantes centros comerciales. Cuando las empresas que tienen el poder de
la exclusividad tratan de aprovecharlo, casi siempre se unen a otras marcas en
localizaciones estratégicas para conformar grandes nodos donde miles de
usuarios confluyen e invierten enormes cantidades dinero.
En Bogotá, el Centro Comercial Andino ha sido uno de estos
nodos comerciales en los últimos 30 años, en donde se han dado cita las marcas
más exclusivas del mercado local e internacional. En este Centro convergen
tendencias que, sumadas a las dinámicas de la Zona T, hacen de este punto uno
de los referentes turísticos más reconocidos de Colombia.
No en vano a esta trayectoria, la empresa estadounidense Tiffany
& co, una de las más prestigiosas joyerías del mundo, fundada en 1873,
abrirá sus puertas en el mes de Noviembre en el Centro Comercial Andino,
comprobando una vez más el interés de las grandes casas por ubicarse en la
ciudad y fortalecer lazos comerciales con los empresarios colombianos.
De igual forma, las marcas Façonnable, Dolce & Gabana, Burberry y la reconocida tienda de café Starbucks tendrán un espacio en la ciudad durante el 2013, planeando grandes inversiones en infraestructura y en su posicionamiento en el mercado nacional.
Pese a esto, muchas críticas se escuchan sobre la llegada de
estas marcas al país. La caída en el consumo de los productos nacionales y los
costos elevados que proponen algunas de estas empresas son algunas de las
causas de estos malestares. No obstante, hay quienes afirman que la apertura
de estos nuevos mercados es positiva siempre y cuando no entre a afectar el
mercado ya existente.
Lo que es cierto y de lo cual debemos tener certeza es que la
economía mundial no toma en cuenta la particularidad de cada caso y, seguramente, ni a
Starbucks ni a Tiffany & co les importará el paro de los cafeteros ni
el valor de las esmeraldas en Colombia. Su visión hace parte de una economía global y abierta.
Mateo Ramirez Molina
Septiembre 12 de 2013
* Foto tomada de www.brilianti.com
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